viernes, 1 de junio de 2012

Nada sucede sin un porque.

Nada se pierde en realidad. Las lágrimas que lloramos se evaporan, pasando al aire que llena nuestros pulmones. Todos los trozos en los que se rompe un corazón, forman la barrera que más tarde le cubrirá. Todas las risas que una vez compartiste, pasarán al recuerdo que cambiará el presente. Todo lo que prometiste, te recordará que nada es para siempre, si de verdad no luchas por que lo sea. Nada sucede sin un porque. Nadie entra en tu vida sin cambiarla. Todos formamos parte de algo. Porque la vida es como un reproductor de música. Cada canción un momento, un lugar, una persona. Hay veces que desearíamos borran alguna, pero cuando tenemos la suficiente valentía como para pulsar el modo aleatorio, aquellas que quisiste borran trabajan como una máquina del tiempo. Sonríes.

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