domingo, 15 de abril de 2012

Perdón. Creo.

Lo siento por pensar que no merecías la pena. Por creer que sin ti todo iría mucho mejor. Por pensar que podía olvidarte. No fui yo, fue todo el dolor que me causaste.Todas las sonrisas rechazadas. Todas las tardes esperando al sonido del teléfono. Yo no quería, de verdad, pero no encontraba razones para quedarme, para seguir aguantando. Puede que todo fuera cosa mía, que lo hicieras sin darte cuenta, pero el sufrimiento era el mismo. Voluntario o no. No quería seguir, pensaba que merecía algo mejor que todo esto, una balanza en la que ganaran las sonrisas. Pensaba que la tenía, pero la que hacía trampa involuntaria era yo. Y me di cuenta. Y me sonreíste. Y volví al principio. Volví a pedirte perdón por valorarme.


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