lunes, 23 de abril de 2012

Verdades

Quería que se dejara de tonterías y lo dejara todo claro. Pensaba que cualquier mentira  a largo plazo dolería más que cualquier verdad, no quería sentirme engañada. No quería que nadie estuviera aquí sin querer, sin de verdad sentir la necesidad de estarlo. Pensaba que todo acabaría bien si pasaba de página, si cambiaba de libro. Y tan claro fue, que las palabras se convirtieron en puñales cuando las pronunció. Y ahí fue cuando me dí cuenta de que no había un largo plazo, de que el tiempo se había parado con esa gran verdad. Su verdad, la que tanto deseaba oír. La que tanto daño me hizo. La que me hizo darme cuenta de que él no era una página. No era un libro. Era la estantería entera. Mi puta vida entera.


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